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Tilly Norwood, la actriz creada por IA que busca el estrellato en Hollywood

La llegada de Tilly ha reabierto un fuerte debate tanto en redes sociales como en la industria

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La inteligencia artificial dejó de ser promesa para convertirse en parte de nuestra rutina. Está en los filtros de Instagram, en los chats y ahora también en Hollywood. El mejor ejemplo es Tilly Norwood, que a simple vista podría pasar por cualquier actriz en busca de su gran oportunidad en la pantalla… pero en realidad no existe fuera de la nube.

Lo interesante es que Tilly no nace como un experimento curioso ni como un simple truco visual. Es la primera intérprete creada íntegramente con IA y su creación tiene un objetivo ambicioso: competir directamente dentro de la industria del entretenimiento. Y con su sola aparición, abrió un debate que parecía reservado al futuro, pero que de repente ya es parte del presente.

Detrás de este proyecto está Eline Van der Velden, actriz y productora que fundó Xicoia, una compañía derivada de su estudio de IA Particle6. Fue durante el Festival de Cine de Zúrich donde presentó a Tilly como la primera ‘estrella sintética’ de un estudio que, además, se describe como la primera agencia de talentos de inteligencia artificial en el mundo.

Creaciones como humanos… pero que no se cansan

Lo que propone Xicoia va mucho más allá de un avatar digital. Sus personajes no son imágenes estáticas ni extras generados por computadora: tienen biografías completas, voces propias y trayectorias narrativas que evolucionan con el tiempo. En otras palabras, se construyen como si fueran humanos… solo que no se cansan y siempre están disponibles para todo.

El debut de Tilly

El primer paso de Tilly llegó en julio de 2024, cuando participó en el sketch cómico AI Commissioner, producido por Particle6. Incluso “celebró” su estreno con un post en Instagram escrito en primera persona, como si realmente hubiera vivido la emoción del momento.

Pero lo más ambicioso aún está por venir: su creadora, Eline Van der Velden, planea convertir a Tilly en una estrella al nivel de Scarlett Johansson o Natalie Portman. Y al parecer, el interés ya está sobre la mesa: hay agencias de talento negociando su representación formal…

La reacción del público y de la industria

El debate sobre la inteligencia artificial en el entretenimiento no es nuevo, pero con la llegada de Tilly se ha vuelto más intenso más intenso. Para algunos empresarios, estos personajes representan un futuro atractivo por cuestiones económicas: no enferman, no piden vacaciones y siempre están disponibles. Pero para la comunidad actoral, la noticia cayó como una amenaza directa.

La actriz Mara Wilson, recordada por su papel en Matilda, criticó abiertamente el hecho de que se hayan usado rasgos de cientos de mujeres reales para crear un rostro sintético, en lugar de darles trabajo a ellas. En el propio Instagram de Tilly, la mayoría de los comentarios reflejan rechazo y desconfianza.

El actor Seth Goodfellow fue contundente: “Dejen de llamarla ‘ella’. No es un ser vivo y no tiene género. Reporten cualquier publicación donde diga que hace algo: es información falsa. No ha hecho nada. Es fraudulento y engañoso.” En la misma línea, Shawn Harmon comentó: “Nunca había deseado tanto que algo fracasara. Jamás veré una película o serie que use esta basura.”

Otros actores y actrices también alzaron la voz con mensajes similares: “Este modelo de IA literalmente nos quitará papeles y empleos a los que amamos el arte. ¿En lugar de reemplazarnos, por qué no nos contratan? Es un ataque directo contra el arte y los artistas.”

Comentarios como “Esto es moral, ética y artísticamente… incorrecto” se repiten una y otra vez, mostrando que la recepción, lejos de ser entusiasta, está cargada de indignación y miedo a un futuro donde los artistas de carne y hueso sean desplazados por creaciones sintéticas.

Un evento que mimetiza perfectamente un capítulo de Black Mirror

Aunque Tilly se presenta como pionera en el cine, no es la primera figura de entretenimiento nacida de la IA. Su llegada, sin embargo, encendió un debate mayor. Hollywood se mira ahora en un espejo incómodo: una “actriz” que no envejece, no pide aumentos ni reclama derechos laborales, pero que al mismo tiempo amenaza con desplazar a los artistas de carne y hueso que hicieron del cine lo que es hoy.

Un cartel de inteligencia artificial (IA) se ilumina en el stand de Honor en el Mobile World Congress 2025 el 6 de marzo de 2025 en Barcelona, ​​España. (Cesc Maymo/Getty Images)

Lo que parecía un guion de Black Mirror se convirtió en la realidad de la industria, y la gran incógnita es cómo responderá Hollywood frente a un fenómeno que desafía no solo la creatividad, sino también la ética y el futuro del trabajo artístico.