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Bad Bunny •
Bad Bunny es el artista latino más escuchado en todo el mundo y el tercero en el ranking global, solo por detrás de Taylor Swift y The Weeknd. También será el protagonista del espectáculo de medio tiempo, el Halftime Show, en el Super Bowl de 2026. Sin embargo, el presidente Donald Trump afirmó “nunca haber oído hablar de él”.
El magnate reaccionó por primera vez este lunes 6 de octubre a la noticia de que Bad Bunny llevaría su show a uno de los eventos más importantes de Estados Unidos. Fue en el programa conservador Greg Kelly Reports de Newsmax donde Trump llegó a calificar la decisión como “completamente ridícula”.
“La NFL acaba de elegir a Bad Bunny… rabbit… o como se llame, este tipo que destaca que no le gustas y que acusa de racismo todo lo que no le gusta. ¿Deberíamos dejar de consumir entretenimiento relacionado con la NFL, hacer un boicot o algo por el estilo?”, preguntaba Kelly, mostrando su descontento respecto al artista puertorriqueño. “Este tipo no parece un entretenedor unificador y mucha gente ni siquiera sabe quién es”.
La respuesta de Donald Trump no se hizo esperar. “Nunca he oído hablar de él, no sé quién es, no sé por qué lo están haciendo. Es una locura”, dijo. “Le echan la culpa a un promotor que contrataron para escoger el entretenimiento. Me parece absolutamente ridículo”.
Además, Trump no desaprovechó el debate para enviar otro mensaje a la NFL: “Y ya que estamos en eso, me gustaría que cambiaran la regla del saque inicial”, añadió.
La defensa de Bad Bunny a la comunidad latina
Bad Bunny es plenamente consciente de la situación de la comunidad latina y de la música latina en América y en el mundo. Se ha pronunciado anteriormente sobre la política de deportaciones masivas de ICE implementada por Trump, y esa fue la razón principal por la que inicialmente decidió no llevar su gira Debí Tirar Más Fotos a Estados Unidos.
Esta postura ha generado críticas dentro del entorno MAGA, que además cuestiona su ciudadanía estadounidense (algo que sí tiene, ya que Puerto Rico es un territorio vinculado a Estados Unidos) y el idioma, pese a que Bad Bunny sí habla inglés y lo ha demostrado en varias ocasiones.
De hecho, Bad Bunny pronunció su monólogo como host de Saturday Night Live el pasado 4 de octubre, alternando entre inglés y español para dirigirse a la comunidad latina:
“Estoy muy emocionado de actuar en el Super Bowl y sé que la gente de todo el mundo que ama mi música también está emocionada. Especialmente todos los latinos y las latinas en el mundo entero y aquí en Estados Unidos, todas las personas que han trabajado para abrir puertas. Más que un logro mío, es un logro de todos, demostrando que nuestra huella y nuestra aportación a este país nadie nunca la podrá sacar ni borrar. Y si no habéis entendido lo que he dicho, tenéis 4 meses para aprender”, expresó, con una indirecta a los seguidores de Donald Trump, y todos aquellos que le critican por ser latino y hablar español.
¿Qué efectos podría tener el gobierno de Donald Trump sobre el Super Bowl de Bad Bunny?
El nombramiento de Bad Bunny como protagonista del Halftime Show del Super Bowl 2026 llega en un contexto político altamente polarizado. Durante su segundo mandato, Trump ha reforzado las políticas de control migratorio y deportaciones masivas, generando preocupación en la comunidad latina de Estados Unidos.
Estas medidas podrían influir indirectamente en la presentación del artista, ya que el gobierno ha indicado que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estará presente en el Levi’s Stadium, lo que añade tensión al evento. Las declaraciones de asesores de seguridad nacional, que advierten sobre la detección y detención de personas en situación irregular, muestran cómo la política migratoria de la administración Trump podría generar un ambiente de vigilancia y presión alrededor del espectáculo.
Aunque la NFL y Roc Nation, la empresa de Jay-Z encargada de la producción del Halftime Show, controlan la selección de artistas y la organización del evento, existen antecedentes de intentos de limitar ciertos contenidos.
Shows anteriores, como el de Jennifer Lopez y Shakira en 2020 o el Kendrick Lamar en 2024, enfrentaron restricciones sobre mensajes políticos o sociales que buscaban transmitir. Esto sugiere que, aunque Trump no intervenga directamente, su influencia política podría presionar a la liga y a los organizadores para moderar la expresión artística.
Además del posible control sobre el contenido, las políticas del gobierno podrían afectar la logística del evento. La presencia de agentes de ICE, reforzamientos de seguridad y coordinaciones adicionales para cumplir con regulaciones migratorias y de seguridad podrían complicar la preparación y ejecución del show, aumentando la tensión para el equipo de producción y para el propio Bad Bunny.
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