
Pocos artistas logran transformar la irreverencia en un estilo propio. Menos aún consiguen que esa irreverencia se vuelva mainstream sin perder filo. CA7RIEL y Paco Amoroso sí lo hicieron. Y en 2025, no solo conquistaron los Latin Grammy: redefinieron qué significa hacer música pop desde Latinoamérica.
CA7RIEL y Paco Amoroso vienen de la escena independiente argentina, un ecosistema donde convivían el trap experimental, la electrónica sucia, la estética de club y un humor absurdo que solo podía surgir desde internet.
Ambos comenzaron haciendo música por separado, pero fue su alianza la que detonó algo más grande: un proyecto que nunca buscó ser “correcto”, sino auténtico, provocador y profundamente inventivo. Pero todo cambió cuando su Tiny Desk (2024) se viralizó y se les abrió la puerta al panorama internacional, donde todos comenzaron a preguntarse: ¿Quiénes son CA7RIEL y Paco Amoroso?
Desde las primeras presentaciones quedó claro que no eran un dúo tradicional. Sus shows mezclan energía punk, estética meme y producción de altísimo nivel. Era imposible etiquetarlos, y ese fue precisamente su punto fuerte.
En un panorama saturado de discursos solemnes y narrativas hipercuidadas, ellos apostaron por lo contrario: humor descarado, crítica disfrazada de fiesta y una exageración estética que roza lo performativo.
Pero su humor no es vacío. No se ríen de “nada”; se ríen de todo: del culto al fitness, del narcisismo digital, de los estereotipos de masculinidad, de la cultura del glow up y del hype infinito de las redes. Canciones como ‘#Tetas’ funcionan como memes bailables, pero detrás esconden comentarios sociales más filosos de lo que parecen.
Musicalmente, CA7RIEL y Paco han construido una mezcla que tal vez no debería funcionar… pero funciona demasiado bien. Bases electrónicas que rozan lo industrial, ritmos de trap y reggaetón mutados. Guitarras distorsionadas, melodías pop pegajosas, capas vocales procesadas al límite, estética digital entre glitch y caricatura.
Este caos está milimétricamente calculado. Nada suena improvisado: su música es experimental, pero accesible; extraña, pero viral; compleja, pero bailable.
Este año, el dúo no solo llegó a los Latin Grammy: se los llevó puestos. Su triunfo fue la confirmación de algo que ya se veía venir: La industria, finalmente, entendió que la vanguardia también puede llenar estadios. Su show fue uno de los más comentados, sino que conectaron con públicos muy distintos porque representan un tipo de autenticidad que no se puede fingir.
@infiltradas_mx Ca7riel y Paco Amoroso triunfando en los Latin Grammy 😌❤️ #ca7rielypacoamoroso #latingrammy2025 #ca7riel #pacoamoroso #ca7rielypacoamorosofan ♬ sonido original – Infiltradas
Y, ¿por qué han conectado tanto con la generación actual? Porque encarnan algo que mucha gente siente pero pocos artistas dicen sin miedo: que la cultura digital es absurda. Que la construcción del “yo” en redes es un performance, que los estereotipos —especialmente los masculinos— son parodia pura, que el escapismo también puede ser crítico, y que la música puede ser profunda incluso cuando te hace reír.
CA7RIEL y Paco Amoroso no buscan moralizar; buscan mostrar el espejo deformado en el que todos vivimos. Y lo hacen con beats que te obligan a moverte. Ellos nos han mostrado una nueva forma de ser artista latino: sin miedo a lo experimental, sin disculparse por lo raro, sin tener que encajar. Lo suyo es una celebración de la libertad creativa.