Bugonia, la nueva película de Yorgos Lanthimos protagonizada por Emma Stone y Jesse Plemons, está recibiendo elogios de la crítica, pero también ha dejado a más de un espectador con sentimientos encontrados… Fiel al estilo del director, es una cinta que incomoda, provoca y divide.
La historia sigue a Teddy (Plemons), un apicultor profundamente frustrado por la crisis ecológica y el colapso ambiental. Su desencanto lo lleva a construir una teoría extrema: cree que Michelle, una poderosa CEO interpretada por Stone, no es solo la cara de un sistema destructivo… sino una extraterrestre empeñada en acabar con la Tierra.
Convencido de su teoría, Teddy recluta a su primo Don para secuestrarla y obligarla a confesar “la verdad”. La película empieza como una conspiración absurda, pero pronto revela algo mucho más inquietante: qué ocurre cuando la paranoia colectiva y la desinformación se mezclan con dolores reales.
Ese choque —entre realidad, delirio y simbolismo— marca el ritmo de Bugonia, una sátira oscura sobre la crisis climática, la era de las teorías conspirativas y la necesidad humana de encontrar culpables, incluso donde no los hay.
Al igual que la película, el título puede descolocar si no conoces su origen. Bugonia proviene de un antiguo mito grecorromano que aseguraba que, del cadáver de un toro sacrificado, podían surgir abejas de manera espontánea. Era una creencia poética para hablar de lo inexplicable: vida naciendo de la muerte, un orden secreto emergiendo del caos.
Lanthimos retoma esta imagen y la entrelaza con el oficio de Teddy, su dolor frente al colapso ambiental, y una sociedad desesperada por crear narrativas —por más delirantes que sean— antes que enfrentar su responsabilidad colectiva.
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— 😴 (@Rogerthatlegend) October 31, 2025
En ese gesto, Bugonia se vuelve algo más que una sátira: es una metáfora de cómo buscamos sentido en tiempos de crisis, aunque ese sentido nazca, simbólicamente, del “cadáver” de nuestras propias culpas.
Bugonia es la reinterpretación en inglés de la película surcoreana Save the Green Planet! (2003), dirigida originalmente por Jang Joon-hwan. El guion está a cargo de Will Tracy, y Emma Stone no solo lidera el elenco: también figura como productora, reafirmando su sociedad creativa con Lanthimos.
La película funciona como un experimento visual y narrativo que mezcla mito antiguo, paranoia contemporánea, ansiedad ecológica y un humor tan oscuro como incómodo. Que el título retome una práctica mitológica tan extraña como la bugonia —esa idea de que las abejas podían surgir del cuerpo de un animal muerto— no es casualidad: la cinta usa un símbolo del pasado para comentar, de forma incisiva, sobre el presente.
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